Poppy es una mujer desenfadada y con una mirada positiva sobre la vida, Scott, su instructor de la autoescuela, es un hombre enfadado con la vida y el mundo que le rodea. En esta película dirigida por Mike Leigh en 2008 se encuentran dos personajes opuestos y dos formas de mirar el mundo que inevitablemente chocarán para que nos demos cuenta de que nuestra actitud ante la vida determina quienes somos y también, en alguna medida, las cosas que nos pasan.
Es una película divertida, en clave de comedia, y fácil de ver que tiene momentos de gran lucidez iluminando aspectos de la vida cotidiana. Te recomiendo esta película porque incita a la introspección y nos facilita ver estas dos actitudes vitales que, aunque caricaturizadas por exigencias del guión, tienen un gran fondo de verdad. También me gusta el reconocimiento explícito que esta película muestra de que no todas las personas empiezan con la misma suerte en la vida, hay una comprensión y compasión de nuestra heroína hacia aquellos que no han tenido la misma «suerte» que ella que resultan tiernas y contagiosas.
“Me encanta mi vida. Sí, puede ser difícil a veces. Eso es parte de ella, ¿no es así? Tengo un gran trabajo, chicos brillantes, un piso precioso. Tengo amigos increíbles. Me encanta mi libertad. Soy una chica con suerte, ya lo sé.»
Happy-go-lucky (título original)